domingo, 24 de abril de 2011

Mi opinión sobre las celebraciones de semana santa

De entrada creo que habría mucho que decir pero, priorizando, diré que lo que veo en falta en estos días, no es el buen tiempo sino un poco de sentido común. Desde aquí mi desacuerdo y crítica hacia aquellos que:

- Enmascaran lo lejos que están de ser unos seres humanos a imitar mediante prácticas externas exageradas, excéntricas y demás con el mero hecho de hacer creer a ojos de los demás que son personas ejemplares.

Desapruebo y siempre lo haré, la actitud de quienes sólo se acuerdan (aunque sea sólo para crear una fachada lustrosa que oculte un templo ruinoso, mal cimentado y escasamente cuidado) de qué es lo que verdaderamente entraña ser una persona en fechas como estas.

El mal directo o indirecto que causamos por no tener bien presente que todos nuestros actos tienen su repercusión en terceros no se arregla con penitencia ni con confesiones una vez al año, ni rezando cuatro avemarías los domingos. Ese es el camino fácil: lavar la conciencia superficialmente… pero el inconsciente sigue ahí, intacto, el pasado irresuelto latente, esperando el mejor momento para recordarnos que en el fondo, el autoengaño no es posible.

Enfréntense a quienes son, tengan el valor de mirarse al espejo y después tomen su mayoría de edad moral y háganse cargo de una vez de sus responsabilidades… no esperen la aparición milagrosa de un deus ex maquina.


- Proclaman a los siete vientos su condición de católicos y desconocen hasta los preceptos más básicos, los “libros sagrados” siguen cogiendo polvo en la estantería desde el día de su comunión y encima, a propósito del tema de este escrito, no tienen ni la más mínima idea de que han caído en la herejía (y eso a la iglesia parece no importarle, total, tal y como pintan las cosas, no están para ponerse estrictos), cometen idolatría.

Parece que no saben discernir que esas imágenes no son ni la causa de los posibles milagros ni quienes intercederán por ellos cuando vayan a ser juzgados. Son simplemente unas tallas en madera, nada más, no son ni la virgen, ni jesucristo en persona.

¿A qué vienen particularismo de que si yo soy de la virgen del rocío, yo del cristo de las cadenas, que si la virgen de los dolores es la más guapa y no sé qué chorradas más?... eso son advocaciones; esas puñeteras imágenes son la representación de la única virgen y del único cristo que no se encuentra en el interior de ningún trozo de madera.

Para ilustrar este apartado he elegido una imagen del conocido como "salto a la reja". Una marea de fieles se abalanza hacia la imagen de la santa para tocar la talla, sus ropas, etc con diversos fines (obtener salvación, bendición, curación...) cuando no acercan como pueden a sus hijos de la edad que sea. Ponen en riesgo su integridad física y la de otros por tocar una imagen hecha por los hombres, por tocar unas ropas que ni siquiera María llevó... esta es para mí una de las expresiones del fanatismo en estado puro.

- Acuden o participan en las procesiones sólo porque es tradición, porque ha pasado como mera costumbre de generación en generación. El hecho de que se haya erigido como tradición, no debería ser suficiente para que alguien pueda tomar parte de estas celebraciones si no cree y más aún, no debe ser un pretexto para mantenerlas per se.

¿Para qué compartir prácticas exotéricas de una religión con la que no te sientes identificado sólo porque en el lugar en el que has nacido o vives se haya hecho desde hace tiempo?

Celebrar ritos y similares fuera de contexto, porque “se ha hecho siempre”, desvistiéndolos de su esencia (en este caso, la fe en la Pasión, muerte y Resurrección de cristo), no sirve de nada, es por definición un absurdo. Es como utilizar una palabra cuyo significado no conocemos sólo porque suena bien.

Por último, quisiera introducir mi toque de atención hacia aquellos que de manera similar, se casan por la iglesia “porque es más bonito”, bautizan a sus hijos “porque a sus abuelos les hará mucha ilusión” y demás sinsentidos realizados por animales supuestamente racionales.

Y por supuesto también, quisiera manifestar mi desconcierto ante la actitud de quienes creen que sólo deben ser empáticos hacia sus semejantes, ¿acaso el resto de animales no son también criaturas de dios?, ¿acaso no somos también animales (en este punto supongo que en estos tiempos que corren los creacionistas y sus ideas son ya una especie en extinción)?, ¿acaso la tierra que nos alimenta no es obra suya le llamemos como le llamemos (Alá, Jehová, etc) y le entendamos como le entendamos (Big Bang o lo que sea)?

Feliz hipocresía, tradicionalistas, feliz semana santa, 5% de verdaderos creyentes.

Una deísta, apóstata, de espíritu crítico, pensamiento independiente y que se aleja la mayoría de las veces de concepciones rígidas que suelen llevar a callejones sin salida en el camino de la búsqueda de la verdad y la sabiduría (que no conocimiento).