miércoles, 9 de junio de 2010

Bayas de goji: entre el mito y la leyenda

Empezamos con un breve resumen de la aludida leyenda de estos frutos: se dice que crecen en los valles del Himalaya, aunque cueste creerlo viendo la imagen de la izquierda, a cuatro mil metros de altitud y que son la causa de que la mayoría de los miembros del pueblo Huznas lleguen a los ciento treinta años de edad.

Pues bien, no soy la primera ni la única que cuestiona algunas de las informaciones acerca de los gojis; por ejemplo, recientemente leí un artículo de César-Javier Palacios en el que cuestionaba varios datos. Dicho esto, ahí van algunas aclaraciones:


1. Las bayas no pueden crecer en el Himalaya por una serie de razones: el cultivo en esa zona, suponiendo que pudiese ser realizado, sería por si sólo incapaz de abastecer el hoy enorme mercado mundial. Además, a cuatro mil metros de altitud la vegetación es impropia para el mantenimiento de grandes cultivos pues sólo cabe la existencia de herbáceas. Es más, la vegetación del Himalaya es la siguiente:
  • Zonas bajas: bosques tropicales, más hacia arriba encontramos bosques templados y por encima se dan bosques subalpinos.
  • A partir de los dos mil novecientos metros sólo se dan pastos cubiertos por completo en invierno de nieves.
Donde sí se cultiva este arbusto que, no es ni silvestre ni procede de agricultura biológica, es en extensas plantaciones de China, generalmente situadas en tierras del río Amarillo.

Para apoyar esto dos datos:

1. Si miras cualquier envase de gojis verás que en país de origen pone China

2. De hecho, la propia marca Linwoods que comercializa, entre otras cosas este fruto, reconoce que la procedencia de sus gojis no es tibetana pues admiten en su web: “nuestras bayas provienen de la región de Ningxia, al noroeste de China. La tierra de esta región ofrece condiciones idóneas para el cultivo de los gojis. El río Amarillo fluye a través de esta provincia depositando vitaminas y minerales en el terreno creando llanuras cenagosas extremadamente fértiles (…)”.

2. Origen del arbusto: mediterráneo
(siendo su nombre científico Lycium barbarum), es de la familia de hortalizas tales como los pimientos, las berenjenas o los tomates. Por otra parte y para acabar con este punto quisiera dejar claro lo que ya antes he apuntado; que las bayas de goji pertenecen a la familia de las solanáceas, la cual comprende 250 especies dentro de las cuales encontramos el Lycium.

3. Morfología: su altura máxima es de más o menos dos metros y medio y el período de floración abarca de Junio a Agosto mientras que sus frutos aparecen entre Agosto y Septiembre.

4. Propiedades: en este punto conviene desechar todos los efectos milagrosos que con el tiempo se le han ido endosando a este fruto. Tengamos los pies en la tierra, por mucho que avance la ciencia nada podrá acabar con la muerte de nuestro cuerpo físico porque la eternidad de cualquier cosa material va contra natura, y ni mucho menos podría, esa falsa eternidad, alcanzarse por la ingesta ni de éste ni de otro tipo de alimento. Lo que es innegable son las propiedades que tienen tanto los vegetales como las frutas. En lo que nos ocupa, me fue difícil encontrar un listado de ellas riguroso y no meramente fantasioso, como es el caso de más de la mitad de las fuentes que he consultado. Así que este es el resultado de mi búsqueda:
  • 10% de fibra
  • 12% de proteínas, carbohidratos
  • vitaminas B1, B6, A, C y E
  • minerales zinc, hierro, cobre, calcio, selenio, fósforo, germanio.
Así que, mi conclusión es que sí, evidentemente el goji es beneficioso para la salud pero cuidado con pensar que es el remedio a todos y cada uno de los males que afectan al cuerpo.

Espero haber aportado algo de luz sobre este asunto.

Azulina

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